Dudas.

Dudas que pueda manejar tu mente a mi antojo.
Dudas que simplemente no tenga un objetivo claro, y realmente en mi mente ninguna voz me indica el camino. ¿Dónde está mi conciencia?
Quiero volar alto, pero sé que cuanto más vuele más dolorosa será la caída.
Odio esto que siento en mi puto estómago; como si miles de formas de vida estuviesen luchando dentro de mi cuerpo.
Mi locura es proporcional a los miles y miles de quilómetros que hay entre nosotros. Quizás crear lazos no sea demasiado bueno. Quizás sea mejor dejarlo como está, que los caminos sigan su curso.
Escucho a alguien que me dice que me arriesgue, que juegue, que sienta y que viva lo que siento. Que no le dé más vueltas.
Fría y egoísta. Así es como debe ser. Pero sé que eso se aleja de mi realidad.
Creo que merezco tranquilidad, una vida estable, como dicta el sistema, como siempre nos han enseñado. Pero no es eso lo que quiero.
Quiero desequilibrio, descontrol y sé que tú también lo quieres. Lo tengo muy claro. Pero no puedo actuar sin afectar a terceros, o cuartos, o incluso a quintos.
Esta es otra de mis paranoyas. Volar, ser libre y feliz, o seguir como estoy? Dígamelo usted.
Vivan y dejen vivir!

Pues eso.

Hasta los cojones.
No quiero pensar más. Quiero largarme. A cualquier lugar. Eso es indiferente para mí. Quiero sentirme perdida y reencontrarme de nuevo. Quiero ver nuevos sitios, oler nuevos olores, sentir diferentes sentimientos, tocar otros tactos, y volar. Quiero volar. Quiero hacer todo lo que no he podido hacer hasta ahora. Experimentar nuevas experiencias. Vivir y dejar vivir. Matar todas esas sonrisas, a todas esas miradas escáner que te ven de arriba a abajo. Matar a todos los hijos de puta que hacen que no sea feliz. Y ojalá lean esto las personas a las que les deseo mal. Porque todos y cada uno de ellos podrían no haber nacido y toda mi vida sería mucho mejor. Porque no quiero tener sed de venganza pero la tengo. Y cuando pueda me la sacaré de la espalda lléndome. Lejos. Y a tomar por culo todo. Iros a la mierda y manchaos hasta la cabeza de ella.
Ah, y por cierto, vivid y dejar vivir!

Unos vienen.

Y otros se van.
A veces por elección propia, en las que se supone que el dolor debe ser menor y otras por algo llamado destino, azar o suerte, o simplemente curso de la vida.
Muchas veces no nos dejan despedirnos y eso que aborrezco las despedidas pero en este caso querría tener otra oportunidad. Un simple minuto para decirte lo que nunca te dije, para volver a verte sonreír de la misma forma que antes, ver esos ojos brillantes susurrándome te quiero.
No sé que voy a hacer a partir de ahora, vivir y dejar vivir como siempre digo pero, cuando ya no te queda ningún motivo por el que hacerlo, ¿de qué sirve? No puedo cambiar el chip, saber que no va a estar cuando salga, saber que esos labios jamás rozarán los míos. NO! Miles de pensamientos pasan por mi mente demasiado rápido. Párate, no quiero pensar. No quiero arrepentirme. Ni volver atrás pero estoy muy confusa. Lo quiero y sé que él me quiere.
Esta despedida que no sé si lo será definitivamente, está en nuestras manos. Suma y sigue, porque yo no puedo más.

Pedís sinceridad.

Y cuando os la dan os quejáis.
Quereis que os digan las cosas. Las buenas cosas. Y cuando os dicen las malas os jode. Pues iros un rato a pedir un poco de personalidad que admita las críticas porque en este jodido mundo nadie, exceptuando los muertos se salva. Y esque parece que cuando alguien se muere deja de ser un cabrón. Y no. Si eres un violador de mierda y te mueres en las noticias siempre habrá alguien que diga: en el fondo era un buen chaval.
Y una mierda. Parece que el perdón viene dado sólo por la muerte, respectan más a un muerto que a un vivo. El muerto ya no puede oler las flores que le pongáis ostia, y está bien acordarse de ellos, eso sin dudarlo, pero de verdad creeis que es necesario seguir haciéndole misas en vez de homenajear a las personas que en realidad lo necesitan?
Obviamente yo siempre me acuerdo de los míos pero no necesito ir al cementerio a hacerlo. Me quedo en mi casa que es donde siempre estuvieron y sin necesidad de estar callada, porque me da rabia todo esto.
Me da rabia que muchos muertos lo estén al igual que demasiados vivos lo disfrutan.
En fin, todo esto era porque el otro día le dije a una persona lo que pensaba de ella y se lo tomó bastante mal. Pedís sinceridad y luego os jode lo que os dicen a no ser que sea bueno... No hay quien os entienda pero yo no voy a perder más mi tiempo en intentarlo.
Supongo que tendré que morirme para que me perdoneis.

Haced ruído.

Solo os pido eso: RUÍDO.
No dejéis que nadie os calle, que nadie os soborne con falsas promesas, con falacias. No dejéis que nada os manipule. Salid a la calle, pero no quemeis el asfalto con burdos gritos ni destrocéis los automóviles de gente como vosotros. No, eso no sirve de nada. A los putos políticos les importa una mierda si le quemáis el coche a una persona de a pie que ni siquiera llega bien a fin de mes. Mientras que si vas a donde tenéis que ir, a las puertas de toda esta gentuza y a ellos sí le destrozais sus propiedades ahí si, ahí empezarán a darse cuenta de que esto no va bien. Así no vamos a llegar a buen puerto. Pedid las cosas tal y como ellos las hacen, MAL y viendo sólo para su puto ombligo. Porque que yo sepa, todos tenemos una familia a la que cuidar y proteger y no tenemos necesidad de tener que mantener a otra: la familia "real". Me hace gracia ese término de "real" cuando la verdad es que los más reales son los que están a nuestro lado, los que no necesitan ir en helicópteros pagados por todos nosotros en vez de ir en coche o en cualquier otro automóvil mucho más barato. Nuestra familia, la de verdad, son los que pasan de los protocolos, los que si se preocupan por ti y no por tu cartera. Los que te quieren.
Manifestaos, pero hacedlo bien, a sabiendas de que siempre habrá ahí afuera gente que os sobornará con tal de quitaros votos o dinero. O las dos cosas.
Sed felices.