Aquí por siempre.

Todo tiene una salida. Una solución. Una vía de escape. Ésta es la mía.

martes, 28 de febrero de 2012

Vomitando...

Estoy vomitando y aquí no hay nadie que me agarre el pelo para que no lo manche. Lo ensucio todo y no voy a perder mi jodido tiempo en limpiarlo. Vomito la crisis, el cambio climático y hasta un tal Urdangarín. Llevo un traje ennegrecido y roto por el paso de los años y la suciedad del mundo, ya que a mí no tienen la amabilidad de regalarme ninguno, por que yo para todos esos soy un simple número. Un número rojo, casi negro. Aquí sigo, después de miles de terremotos, un gran tsunami, ríos desbordados, tornados y hasta bombas jurídicas, que son las peores, estas bombas son las que hacen que un juez que se había dedicado a juzgar a los que de verdad deberían ser juzgados esté a punto de ir a la cárcel, es un rey mago, Baltasar Garzón. Os lo dije, a pesar de todo esto yo no he cambiado, solo ha cambiado la situación y mi edad, tengo mi mayoría de edad, cumplida hace 18 días, y no hay nada nuevo. Pero lo mejor es que sigo aquí, dije que no abandonaría el barco y no lo hice, no como algún otro capitán ensimismado en sí mismo. Quizás sea mucho pedir para alguien a quien le importa más el dinero que decenas de personas. Pues eso, necesitaba vomitar y ya lo he hecho. Gracias por entender este mareo, y si estáis como yo, no dudéis en vomitar en los comentarios. ¡Vivid y dejad vivir!